¿Sabes qué me gustaría? Entender el porque.
¿Por qué no podemos detener la lluvia? ¿Por qué es tan difícil alcanzar
una estrella? ¿Por qué agachan la mirada al ir por la calle? ¿Por qué
los enamorados entrelazan sus manos? ¿Por qué corres para evadir tus
problemas? ¿Por qué te escondes? Adelante, quédate aquí hoy. Mírame a
los ojos. ¿Por qué mientes? Yo ya sé la verdad, y aunque me dolerá,
quiero escucharte decírla; me dolerá menos que escuchar toda esa sarna de estupideces que me tienes preparada.
¿Y por qué sueñan? ¿Por qué pasa? ¿Y por qué la gente que dice amarte
es la primera en fallarte? ¿Y por qué confiamos ciegamente? Quizá no lo
podamos evitar, pero al fin y al cabo, las personas se van; y las que te
digan quedarse siempre allí, serán las primeras en alejarse. Y cuando
te suceda, tú recordarás éstas palabras, y estaré en tus pensamientos,
como tú lo estás ahora en los míos. Pero por ahora, soy yo tan sólo otro
más de los miles de extraños con los que algún día te llegaste a topar.
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